Hablar a través de un teléfono móvil ya nos parece la cosa más normal del mundo. Pero hasta hace bien poco nos parecía impensable poder dormir en casa de un extraño o subirnos al coche de alguien que no conoces y compartir los gastos del viaje. Internet ha revolucionado el mundo y de la misma forma, las relaciones sociales. El término surfing (en inglés, surfear) tampoco nos suena a chino, en muchas ocasiones hemos podido oír hablar del coachsurfing, que consiste en quedarse a dormir en el sofá de un desconocido de forma gratuita o pagando lo mínimo.Y ahora… para los “de buen comer”, llega otro surfing a España: el mealsurfing (en inglés, la combinación de -meal- comida y -surfing- surfear).Como no puede ser de otra forma, nació en Estados Unidos en el 2012 y rápidamente se fue extendiendo por todo el globo, llegando a España dos años más tarde.
Pero, ¿en qué consiste?
Es una nueva moda que consiste en salir a comer a casas particulares y sentarse alrededor de una mesa con gente que no conoces para disfrutar de comidas tanto caseras como profesionales.
A través de plataformas como Eatwith (la más conocida en España), Kitchensurfing, Mealsharing o Eatfeastly, el anfitrión se pone en contacto con los invitados. Por ejemplo, una persona está pensando en hacer una cena en su casa y por medio de la página web oferta el menú, el día, la hora y los sitios libres de los que dispone. A través de la misma plataforma, los comensales deberán reservar su sitio y pagar la cantidad que ha establecido el anfitrión para el evento.Como podríamos pensar, no se trata de ir a comer a casa del vecino para saber cuál es su especialidad y cómo tiene distribuida su casa. Estos eventos están pensados, mayoritariamente, para los turistas. Cuántas veces hemos deseado visitar otro país y deleitarnos con la comida tradicional de ese lugar y que no nos dieran gato por liebre en un restaurante. Se acabaron las paellas amarillentas y las sangrías prefabricadas para aquellos que busquen una nueva experiencia más allá de la comida en España.Para la persona que organiza este evento significa conocer gente interesante de otros países con la misma pasión por la gastronomía, ser chef por un día y sacarse un dinero extra. Para los más desconfiados y para que este contacto funcione como la recomendación de un amigo, los anfitriones deben tener su perfil conectado a Facebook y los invitados pueden dejar comentarios y puntuaciones sobre la experiencia que han vivido. Los responsables de las páginas también afirman que se realiza un exhaustivo proceso de verificación de los cocineros para evitar posibles fraudes o problemas.De la misma forma, los eventos ofertados no sólo se limitan a la organización de comidas y cenas. En los últimos meses, están apareciendo propuestas como brunchs, clases de pastelería de vanguardia, de coctelería, comidas temáticas o cursos de tapas y paellas, especialmente para turistas.Compartir conversación, mesa y mantel con completos extraños ahora está al alcance de todo el mundo.